martes, 30 de abril de 2013

Flores de Cadavedo


En Cadavedo gustan mucho las flores, y si el título de Villa de las flores de Asturias estuviera acuñado, a este pueblo le correspondería por mérito propio, por la espelendidez con la que se derrochan aquí en sus jardines y veredas toda clase de matas.
Resulta inconcebible una casa sin su macizo de flores a la entrada. La afición por las flores es como la evolución refinada de la cultura del campo, ahora que la agricultura ha decaido y abundan los terrenos sin labrar convertidos en verdes praderas.
Se cultiva menos maíz o judias, pero la mano del agricultor no ha parado quieta y continua plantando semillas de  flores y bulbos, impulsado por su inercia germinadora.
Caléndulas,tagetes, lirios,alhelíes vallotas,agapantos, ipomeas,aloes, margaritas, azaleas. Algunas de estas especies han desbordado los limites de los jardines domésticos y se han asilvestrado a su manera, saltando a los caminos para saludar más de cerca a los paseantes.
Este es un clima benévolo y siempre que se pongan a resguardo de un muro o un seto alto las palmeras, los limoneros o las buganvillas se dan espléndidamente alcanzando soberbios tamaños.
Camelias, cqalas y hortensias también está omnipresente en jardines y parterres, incluso en terrenos abiertos, tiñendo con sus rojos botones los inviernos.
Salir de paseo por Cadavedo tiene el aliciente de transitar por un mundo de flores. Una evocación reservada solo para las páginas de los cuentos.



























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